Los Equipos de Nuestra Señora –ENS, somos un Movimiento de parejas católicas que buscamos descubrir las riquezas del Sacramento del Matrimonio y la Espiritualidad Conyugal. Tenemos por centro a Jesús, bajo el patrocinio de Nuestra Señora la Santísima Virgen María, quien intercede con su apoyo permanente y amoroso, y nos anima a escuchar la Palabra de su Hijo, y a ponerla en práctica con caridad y esperanza.
En la sociedad actual, las familias enfrentamos numerosas amenazas, especialmente por la pérdida de valores. Los Equipos de Nuestra Señora son una respuesta a las necesidades de las parejas unidas por el sacramento del matrimonio, para ayudarnos mutuamente a cimentar nuestros principios y a profundizar en el significado del sacramento, invitando permanentemente al Señor a que nos acompañe en nuestro proyecto específico de vida.
Los PCE son una característica esencial del Movimiento. Son actitudes interiores que deben despertarse y asimilarse, las cuales conducen a una nueva manera de vivir. Constituyen una disciplina que ayuda a las parejas de los Equipos a poner en práctica el Evangelio en su vida cotidiana.
El compromiso con estos seis PCE cambiará poco a poco a los esposos, desarrollando en ellos una vida espiritual conyugal que los acercará a Dios, a su cónyuge y a las demás personas.
1. La escucha de la Palabra
Para este PCE, se han utilizado dos términos esenciales: Escucha y Palabra. Por esta razón, escuchamos a Dios quien nos habla para salvarnos, para comunicarnos su vida en abundancia. Su Palabra no debe ser solamente leída, debemos acogerla en nuestra vida concreta.
2. La oración personal
La oración diaria desarrolla en nosotros la capacidad de escucha y de diálogo con Dios. Consiste en dedicar un tiempo para estar solos con Aquel que nos ama. Es un tiempo de escucha silenciosa, de corazón a corazón con Dios, un tiempo de descubrimiento y de aceptación del proyecto de Dios sobre nosotros.
3. La oración conyugal
El Señor está presente de una manera muy especial cuando los esposos oran juntos. No solamente renuevan su “sí” a Dios, sino que logran esa unidad profunda que sólo la da la unión de los corazones y de los espíritus en el Sacramento del Matrimonio.
4. El deber de sentarse
Un encuentro que cada pareja debe tener al menos una vez al mes, en la presencia de Cristo. Los esposos dejan de lado sus actividades cotidianas, para profundizar en su camino espiritual y conyugal. Cada uno habla sobre su caminar y sobre lo que le parece importante en la vida de la pareja y de la familia, y asumen compromisos en pareja.
5. La regla de vida
Cada equipista se fija una regla de vida: resolución relativa a una acción o una actitud que adquirir o cambiar y que afianza e inscribe al equipista en su camino de fe. Su observancia le ayuda a caminar espiritualmente y a progresar. Esta regla es individual, pero se puede vivir y compartir en pareja o en equipo.
6. El retiro anual
Es una respuesta de fe a Dios que nos invita a reencontrarnos con Jesús y nos abre a su Espíritu en nuestro camino de santificación. De ahí, la importancia de tomarse cada año el tiempo suficiente para apartarse delante del Señor, si es posible en pareja, en un Retiro que permita reflexionar sobre su vida en la presencia de Dios.